La luz del amanecer hizo que me desconsolara. Cerré el puño
con fuerza, tenía ganas de gritar, pero no lo hice. No había
nadie a mi alrededor, era temprano, todos estaban durmiendo en sus casas a gusto, todos menos yo.
Me quité la ropa y
corrí rápidamente por el paseo, medio desnuda, hacia el agua. El tacto con el agua me provocó
escalofríos aunque mi cuerpo desprendiera
fuego.
Nadé y nadé, hasta cansarme.
Sentía que todo el peso que tenía encima de mi, todo lo malo, en conclusión todo, se había ido,
se había marchado. Mis pensamientos se quedaron en
blanco y
negro, no veía nada, sentía que flotaba...
Desperté, y de repente,
me encontraba en una habitación desconocida.
тнe reαl lιғe!♥